Corría el año 1987 cuando un ya veterano rockero italiano que respondía al nombre de Zucchero Fornaciari nos ofreció ‘Senza una donna’, que rápidamente ascendió hasta los puestos altos de los hit parade continentales. Fue su carta de presentación internacional tras años de un buen trabajo que no lograba traspasar las fronteras italianas.

Así descubrimos que el llamado Joe Cocker transalpino era poseedor de una de las voces más destacadas del panorama musical europeo. Pronto también valoraron su potencial artistas consagrados como Bono, Eric Clapton, Sting, Elton John, John Lee Hooker o Stevie Wonder, que colaboraron en algunas de sus canciones. Asimismo el divo Luciano Pavarotti se dignó a rozarse con Zucchero y su mezcla de música soul y blues.

En ‘Senza una donna’ canta a la tristeza que siente un hombre que camina errante sin descubrir el amor. Lo hace con una descripción que acaricia el alma y la traspasa con su voz rota. Para muchos fue uno de los mejores temas románticos de los ochenta, dotado de una delicada sensibilidad que triunfó en los distintos idiomas en que se interpretó el tema. Destacable es asimismo un grandioso solo de guitarra.

«Esta composición nació en una etapa difícil de mi vida. Me estaba separando de mi mujer e imaginaba un mundo sin ella ¿Quién me prepararía la comida? De golpe fue un éxito en todo el mundo», explicó durante una gira por Argentina el propio Zucchero (azúcar) con su imagen perenne, totalmente vestida de negro y coronada con su característico sombrero ya inconfundible

Yo siento que estoy gastando el tiempo… ¿Como estás?
Fuiste con él; ahora vuelves a verme… ¿Y qué tal?
Pero aquí, yo miro el mar
y ya ves: hasta me hice la comida

Aunque haya una herida más,
no voy a asustarme por vivir
Sin una mujer
no más pena, y sin dolor.
Sin una mujer

Voy a empezar mañana
Sin una mujer
es mi tortura y placer
Sin una dama, ja! Mejor así
No aceptaré
que quieras sobornarme

No insistas
Debes buscar un poquito más al fondo (del corazón)
Sí, aún lo tienes
Mi amor incandescente
mírame (mírame) ja, está ardiente

Aunque haya una herida más,
no voy asustarme por vivir
sin una mujer
no más pena, y sin dolor.
Sin una mujer

Voy a empezar mañana
Sin una mujer
es mi tortura y placer
Sin una dama, ja! mejor así

Y aquí miro el mar inmenso
y no se cuál es mi objetivo
Aunque haya una herida más,
no voy asustarme por vivir

Zucchero también grabó el tema EN CASTELLANO.

Para el mercado anglosajón se realizó EN INGLÉS ‘Without a woman’.

En 1991 PAUL YOUNG pidió a Zucchero grabar juntos una versión a dúo.

Recientemente SERGIO DALMA ha publicado ‘Senza una donna- Estoy bien así’, una revisión más que digna.

ZUCCHERO –nombre que le puso uno de sus maestros– Fornaciari es natural de un pequeño pueblo de escasamente mil habitantes incrustado en la Toscana, donde el rockero formó sus primeros grupos de rhythm y blues armado con una guitarra.

Algunas participaciones y éxitos en los tradicionales festivales veraniegos italianos le dieron la posibilidad de acceder al mundo del disco en 1983. Varios intentos sin demasiado éxito precedieron a la llegada de ‘Senza una donna’, el tema que le consagró y le permitió protagonizar una gira junto a Joe Cocker y Miles Davis.

Posteriormente, una vez adquirido el rango de estrella internacional, también actúo con Eric Captan y forjó una firme carrera con trabajos de gran calidad, reconocidos en todo el mundo.

En 1992 incluso aparece junto a los miembros de Queen en el concierto de tributo a Freddie Mercury en el estadio Wembley de Londres y consigue vender tres millones de copias con un álbum que recopila sus mejores obras.

Giras mundiales le permiten ya ser reconocido en todo el planeta, circunstancia que se apuntala con la publicación de ‘Baila (sexy thing)’, que, al igual que ‘Senza una donna’, fue número uno en infinidad de países. Su carrera sigue firme e incluso cuenta ya con continuación en la figura de su hija Irene Fornaciari, una gran voz que ya ha destacado en los escenarios con temas mayormente compuestos por su padre.