Aunque, que yo recuerde, nunca he utilizado pasta fresca en mis recetas, en esta ocasión me he decidido a probar a unir tres recetas en una.
Por un lado una idea de una receta del blog “Marian cocina con imaginación” y vaya si la tiene… donde nos enseña a hacer caviar con zumo de tomate, como mi paciencia es mucho más pequeñita que la de Marian, empecé a imitarla, pero me aburrí rápido de fabricar huevecitos de zumo de tomate y en lugar de seguir haciendo huevos que cuesta más trabajo, opte por hacer unas ratas de zumo de tomate.
Como la receta contiene carne y tomate, casi siempre, la pasta la hago a la boloñesa, se me ocurrió que sería una buena ocasión para colocar una salsa carbonara, a mi manera.
La verdad, es que la receta quedo muy agradable, por lo cual, sin complicaros tanto la vida como yo en esta receta os recomiendo probar este tipo de pastas, si no las conocéis.
De hecho como solo use medio paquete, ayer para la cena, realice otra receta con esta misma pasta, mucho más sencilla, que próximamente os publicare.
INGREDIENTES (2 personas):
Para las ratas y el caviar de zumo de tomate
Ingredientes: (12 ratas)
200 ml de zumo de tomate
4 g de agar agar (o gelatina)
Pimienta
Sal
Moldes con forma de rata (o de lo que tengáis)
Si preparáis también el caviar:
Hielo
Aceite
Cuentagotas de cocina o jeringüilla
Para la pasta:
½ paquete de raviolis pasta fresca de ternera y verdura (en este caso Giovanni Rana)
2 aceitunas rellenas (decoración)
2 rodajas de queso fresco (decoración)
1 cucharada de aceite de oliva
½ pastilla de concentrado de carne
Para la salsa carbonara
75 g de beicon cortado a taquitos
½ cebolla
2 cucharadas soperas de piñones
200 g de nata liquida (prefiero la de montar)
3 cucharadas de queso rallado (en mi caso Parmesano)
2 cucharadas de mantequilla
Sal
Pimienta
Preparación:
Como para preparar nuestras ratas, hace falta un tiempo de reposo en la nevera, prepararemos en primer lugar las ratas y si os animáis, para mejorar la decoración, podéis preparar unos pocos huevos de caviar de zumo de tomate.
Colocamos el zumo de tomate en un cazo, le añadimos la sal y la pimienta y lo colocamos a fuego medio hasta que comience a hervir.
Añadimos el agar agar o la gelatina y removemos hasta su completa disolución, a fuego lento.
Se coloca en los moldes y tenemos listas nuestras ratas para decorar cualquier receta que admita tomate y seguro que sorprendemos en la mesa con algo tan simple.
Para preparar el caviar será necesario colocar aceite en un recipiente, a su vez colocar este recipiente en otro lleno de cubitos de hielo, dejar enfriar bien el aceite, e ir tirando gotita a gotita con ayuda de un cuentagotas o jeringuilla el tomate preparado con anterioridad.
Escurrimos bien el aceite con un colador y reservamos junto a las ratas, hasta el momento de montar el plato, en la nevera.
La pasta la podemos realizar siguiendo las instrucciones del fabricante, introduciendo los raviolis en agua hirviendo durante 3 minutos y posteriormente dejarlos enfriar en un escurridor.
En mi caso, añadí al agua un chorrito de aceite de oliva y media pastilla de concentrado de carne, que algo de sabor les agregara y el aceite evitara que se nos peguen los raviolis.
Ya tenemos casi lista nuestra “complicada” receta, solo nos falta una simple salsa carbonara y montar el plato.
Pasamos a realizar la carbonara.
En primer lugar, pelamos y cortamos en juliana la cebolla.
Freímos la cebolla hasta que este tierna, en un poco de aceite, añadiéndole sal para ayudarla a sudar.
Cuando la cebolla este casi lista añadimos los piñones y los dejamos tostarse un poco con ella.
Añadimos también el beicon troceado.
Añadimos la nata y los raviolis que ya los tendremos cocidos y escurridos.
Dejamos cocerse un poco para que se nos caliente la nata, retocamos la sal y añadimos pimienta al gusto.
Ahora emplatamos los raviolis, colocándolos junto con la carbonara alrededor de los bordes del plato, dejando el centro vacío, para más tarde colocar las ratas y el queso fresco.
Colocamos abundante queso rallado sobre los raviolis y gratinamos a 160º en el horno.
Antes de servir a la mesa colocamos la rodaja de queso fresco en el centro de cada plato, con cuatro ratas sobre ella.
Justo en el centro de la rodaja de queso fresco colocáis una aceituna rellena, por si las ratas tienen hambre, que se entretengan.
Si os habéis decidido a hacer el caviar, lo colocáis arbitrariamente sobre los raviolis, que les sentara bien un “tokecito” de color rojo.