Vaya semanita…..es para decir apaga y vámonos…. Pero en fin paciencia.
Entre que la mujer tiene la lavadora rota, otras broncas con ella y otros temitas de chapuzas caseras en las tardes no tengo tiempo ni de respirar, por lo cual este espacio se queda “en cola”.
A pesar de ello, ayer saque un huequecito para hacer unos boniatos al horno.
Realmente, ayer, tenía pensado escribiros sobre el ozono, hay cosas interesantes que me gustaría compartir con quien guste leerme sobre el tema, pero bueno, de momento ese tema se queda en el cajón de los temas que tengo pendientes de escribir.
También me pegue varias tardes pintando los muñequitos de un belén, y misteriosamente desapareció el San José…. pregunto y resulta que sufrió un feliz aterrizaje contra el duro suelo y termino en el cubo de la basura….grrrr, bueno, por lo menos hoy he ido a la tienda donde lo compre y habían más…….ahora falta pintarlo….. paciencia.
Bueno pasemos a los boniatos que es lo que interesa hoy.
Ingredientes (2 personas):
1 boniato gordo
Miel
Nata en spray
Preparación:
Se trata de un postre la mar de simple, barato y cómodo de realizar, además que tener un paladar muy agradable y una presentación más que aceptable.
Se colocan en la bandeja del horno a unos 220 o 230 grados los dos boniatos.
Se lavan bien los boniatos, ya que los cocinaremos con su piel.
Se cocinan hasta que estén tiernos, dándoles la vuelta cada quince o veinte minutos (en mi caso tardaron como una hora, mi horno es más lento que el caballo del malo y el boniato era muy gordo).
Cuando se enfrían se abren longitudinalmente, partiéndolos en dos.
Se les recubre de miel (también podéis colocarles un poco de canela molida, a mí no se me ocurrió en el momento, además dicen que es afrodisiaca…).
Antes de servir, rociáis cobre la miel nata en spray “al gusto”.