¿Y saben aquel que dice que va Pete Townshend, guitarrista de los Who, y nos echa la bronca por escuchar muy alta la música en los cascos? Bueno, eso lo dicen Pete Townshend y mi madre, pero, al menos que yo sepa, la Maite no ha formado parte de un grupo que ostentó durante unos cuantos años el récord de decibelios en concierto. Vamos, que el bueno de Townshend habrá hecho fosfatina los tímpanos de buena parte de los espectadores de las primeras filas, sobre todo con esa costumbre tan suya de masacrar guitarras, y de hecho él mismo ha acabado medio sordo del lado derecho, pero ahora se pone en plan paternal y nos recuerda que el oído es un órgano muy sensible, con su martillo y su yunque, y que meterle las obras completas de Chronical Diarrhoea a todo trapo puede resentirlo. Aunque no digo que esté equivocado -en realidad, las obras completas de Chronical Diarrhoea resienten aún más el cerebro-, no puedo evitar preguntarme si no se sentirá un poco ridículo en su nuevo papel de apóstol del ‘low listening’, como todos esos conversos que predican exactamente lo contrario de lo que han hecho su vida entera. ¿Tocarán ‘My Generation’ bajito en su gira de reunión del año que viene?