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Algunos conciertos de marzo

 

 

Marzo viene cargadísimo y me ha obligado a dejar un montón de cosas en el tintero, que mira que es un sitio triste. Me refiero a artistas como Långfinger, los suecos que se aventuran hasta el Adimusik de Portu, o los granadinos Trepàt, que estarán en el Shake!, o el internacional toledano Víctor Herrero, que traerá sus experimentaciones de guitarra al Kremlin, o los Encuentros Electroplásticos del Sarean, o el asturiano hiperpop y megafolk Rodrigo Cuevas, que pondrá al Antzoki a bailar el ritmo del Verdiciu… Pero tengo que imponerme un máximo, y creo que ocho citas en ocho salas distintas se acercan ya a los límites de eso que llamamos selección.

Rata Negra (Arana Taberna, día 4). También se aventura por el callejero de Portugalete el nuevo grupo de Violeta, la cantante de Juanita y los Feos: como no sé si ha quedado lo suficientemente claro, a lo mejor tengo que repetir que han sido uno de los mejores grupos españoles de la última década, hala. Ahora, con el trío Rata Negra, su voz punzante sigue entonando esas canciones oscuras y ácidas marca de la casa, pero quizá en una versión más punkizada.
Actualización: acaban de cancelar el concierto por problemas de «logística en forma de camas».

Les Luthiers (Euskalduna, días 6, 7 y 8). Siento ponerme lúgubre, pero el grupo argentino lleva medio siglo de escenario en escenario y las implicaciones de esa veteranía extrema están claras: cada oportunidad de verlos de nuevo es un tesoro que hay que aprovechar, para tener el consuelo del recuerdo cuando los echemos de menos, como nos ocurre ya con Daniel Rabinovich. Traen su antología ¡Chist!, que incluye (sí, sí) su eterna La bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa.

Novedades Carminha (Kafe Antzokia, día 10). Su visita junto a Lie Detectors fue el concierto en el que mejor me lo pasé el año pasado, y eso que les faltó bastante volumen. Los gallegos siempre han servido como excelente materia prima para la fiesta, pero en su último álbum han conseguido redondear su propuesta con un repertorio imprescindible, que se pega al cerebro y sacude las articulaciones. ¡Dame veneno!

Chimo Bayo (Anaconda, día 10). No sé cuál es ahora mismo la consideración crítica oficial de Chimo, el bakalao gigante del ochentozoico, pero me parecería muy hipócrita reivindicar a Front 242 y despreciar a nuestro hombre. Los belgas, de hecho, aparecen mencionados en su biografía de prensa, junto a otros artistas quizá inesperados como Bauhaus y Joy Division. Llevo cuarenta o cincuenta páginas de su novela (No iba a salir y me lie, uno de los mejores títulos de la historia) y parece que va de unos nostálgicos que tratan de resucitar el hedonismo bakaladero: pues bien, Anaconda no parece mal sitio para ese empeño, y menos un rato después de bailotear con Novedades Carminha.

The Black Bullets (La Nube, día 15). Tras el sobresalto de Bayo, vamos a rematar la lista en plan rockista. Las Balas Negras londinenses son uno de esos grupos extranjeros que emprenden una gira inconcebible por la España profunda (hey, van a tocar en Maliaño, Allariz, Arévalo y Plasencia, nada menos) y consiguen llegar hasta el local de Caserío Landaburu, en el cogollo de Santutxu. Su GPS va a acabar echando humo. El caso es que suenan arrolladores, en plan punk and roll de guitarras saturadas y voz conservada en diversos alcoholes.

Zig Zags (Beleza Malandra, día 17). Me alegro por los bermeanos (que, por cierto, suelen tener una envidiable agenda de rock en directo), pero un desmotorizado como yo contempla con cierta tristeza la lejanía del concierto de Zig Zags, banda californiana que tiene la promoción hecha desde el día que acompañaron a Iggy Pop en un sencillo. Y sí, sí, también tienen asegurado su pedigrí underground desde que grabaron con Ty Segall. Aunque, en realidad, su rock duro de corazón punk, o quizá sea al revés, tampoco necesita muchos certificados de autenticidad y poderío: basta darle al play para comprobarlo.

The Real Kids (Satélite T, día 30). Claro que, si hablamos de pedigrís, aquí hay un tipo que empezó por lo más alto, o tal vez sea más exacto decir que empezó por la parte más baja de lo más alto: John Felice fue miembro de los Modern Lovers y roadie de los Ramones, así que solo le falló para redondear currículum aquella prueba que hizo para entrar a los New York Dolls. Fundó los Real Kids en 1972, de modo que estrictamente se trata de un grupo prepunk, pero entendieron todo aquello mucho mejor que un montón de alelados crestudos.

Fuzz In The City (Hika, días 31 de marzo y 1 de abril). No voy a ir de guay y decirles lo mucho que conozco a los grupos del festi fuzzero bilbaíno, porque en su inmensa mayoría me resultan infinitamente ajenos, como de costumbre. Pero hablamos de una de esas convocatorias en las que ese detalle se vuelve indiferente: la eficacia de sus sonidos primitivos y desaforados está siempre garantizada. Esta vez, las estrellas internacionales del asunto son Los Infartos desde Italia, The Shook Ups desde el Reino Unido y The Scumbugs desde Noruega, que son los insectos garajeros de la foto de arriba.

Tomen una andanada de Black Bullets:

 

Por Carlos Benito

Sobre el autor

Periodista de El Correo. Nací en Logroño, estudié en Pamplona, vivo y trabajo en Bilbao.


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