Esta semana me he comprado la cajita de seis deuvedés con los sketches de Monty Python que prefiere cada uno de sus miembros. Por ahora sólo he visto el seleccionado por John Cleese, mi preferido del alegre grupito -no esperen una argumentación sesuda, porque se debe simplemente a que me hacía mucha gracia ‘Hotel Fawlty’-, y he acabado como de costumbre con estos tipos, divirtiéndome muchísimo pero riéndome algo menos. Entiéndanme: me entusiasma su humor, pero no me suele producir esa liberadora reacción de partirme el pecho. De todas formas, tampoco esperen mucha reflexión sobre esto, que es muy tarde, estoy todavía trabajando y sólo quería recomendarles lo más brutal que he visto en muchísimo tiempo. Se trata de ‘El tonto de clase alta del año’, una demencial montypythonada en la que cinco idiotas de buena familia compiten por ver quién es más cretino. Cleese se cachondea en la presentación diciendo que, por culpa de este sketch, nunca le nombraron sir. Pero véanlo en YouTube y díganme si, como ocurre tantas veces con estos individuos, la broma no podría tener un fondo de triste verdad.