Bienvenidos a la semana de viajes baratos de Evadidos. Ayer nos dábamos un garbeo por Turquía y hoy, ya que estamos fuera de casa y nos quedan mudas limpias en la maleta, nos internamos un poquito en Europa para pasar el día en los umbríos bosques transilvanos. Como imaginarán por su procedencia, el grupo del que les voy a hablar no se dedica a hacer pop de ojos azules, ni soul bailable, ni techno inteligente, sino la música que hace latir el corazón de la bestia: «Pure Transilvanian black metal», tal como describen ellos mismos, Negura Bunget, el orgullo del metal rumano. En realidad, su black tiene poco que ver con la agresión desaforada tan frecuente en el género e incorpora elementos del folk y el rock progresivo, hasta el punto de que se les podría encajar entre los herederos de las bandas psicodélicas que mencionábamos ayer. Lejos de la obsesión por machacar al oyente que demuestran otros grupos, los componentes de Negura Bunget -Huppogrammos Disciple’s, Negru y Sol Faur Spurcatu- no desdeñan los pasajes tranquilos de ambiente ominoso, ni tampoco los instrumentos ancestrales como el de la foto, y proporcionan al oyente una especie de tenebroso viaje astral. Su último disco, ‘Om’, ha recibido todas las alabanzas posibles, pero yo me quedo con ‘N Crugu Bradului’, un álbum de cuatro laaaargos cortes que resume lo mejor de su estilo. Por ponernos extremos, caten aquí el lado paisajístico de estos chicos y aquí su lado más blackie.

El 13 de abril, cuando se oculte el sol, tendremos a Negura Bunget en el Plateruena de Durango junto a Kathaarsys. Vayan preparando ajos y estacas.