En su época más brillante, los años ochenta, la editorial Bruguera tenía en nómina a dos genios de la viñeta llamados Manuel Vázquez y Joan March. El primero era el creador de, entre muchos otros personajes, ‘Anacleto, agente secreto’, ‘La familia Cebolleta’ y ‘Las hermanas Gilda’. March, que empezó como ayudante de Josep Escobar, es autor de historietas menos conocidas, como ‘El Mini Rey’ y ‘Tranki y Tronko’, pero al igual que Vázquez, también dibujaba una delirante serie protagonizada por sí mismo en la que tocaba los temas más variopintos, casi siempre lejos de lo que uno esperaría encontrar en una revista infantil. Así, si Vázquez había firmado aquella serie mítica titulada ‘Yo, binguero profesional’, en la que aparecía caracterizado como un furioso ludópata, March se retrataba en un bar de ligoteo hablándole a una chica de Kafka. Estas historietas comenzaban de forma invariable con March sentado, cubata en mano, sobre el taburete de un local, explicando al lector el asunto que se disponía a tratar, mientras un personajillo a sus espaldas decía: “A ver cuándo habla de bares, que de eso sabe mucho”. Pues bien, Evadidos recoge hoy esa responsabilidad histórica de hablar de bares, toda vez que, con sólo tres artículos, tenemos la categoría de ‘vida nocturna’ francamente desatendida, y eso que el ‘staff’ de la bitácora, de bares, algo sabe. Por ejemplo, que este fin de semana abre sus puertas un local nuevo en el centro de Bilbao, de nombre Stromboli, en la esquina entre General Concha y la Alameda de Urquijo. Definido como “árabe-pop-muy chica” por sus propietarias, dejamos al lector la hermenéutica de la expresión con la recomendación de visitarlo. Si dicen que van de parte de Evadidos, serán obsequiados con una radiante sonrisa, tras lo cual se considera de buen tono abonar la consumición.