Una de las peores cosas de trabajar en esto del periodismo es que a las ocho de la tarde, mientras muchos de ustedes se toman sus cervezas, disfrutan de sus películas de cine o se sientan ante la tele para ver su iPop de la jornada, uno sigue dale que te pego, igual que un galeote encadenado al duro banco. Como ya estaba harto de no poder opinar sobre el nuevo programa musical de La 2, el jueves lo dejé grabando y anoche por fin lo vi, así que ahora me dispongo a vomitarles aquí lo que me pareció, hala. Iba con un poquito de prevención porque la presentadora, La China Patino -que no es pariente del Chino Cudeiro-, me resulta bastante antipática desde que la vi en directo con su grupo Cycle, aunque también he de reconocer que su… presencia escénica fue lo mejor de aquella experiencia poco memorable. Por la tele, su envoltura física me gustó menos que en vivo, pero a la vez su rollo artificioso me resultó menos desagradable, quizá porque no aparece demasiado en pantalla. No obstante, sigo sin entender esos mohínes extraños y esa manera de despedirse, con el índice y el meñique elevados en satánica invocación.
En fin, decía José Javier Esparza que iPop le había parecido un poco antiguo, y en algunas cosas no le falta razón: las noticias sobreimpresas que tapan medio videoclip, por ejemplo, deberían estar desterradas hace tiempo, igual que esos guiones tan leídos, a veces tan redichos (dijeron que los aficionados al soul han vertido lágrimas negras por la muerte de Wilson Pickett, ¡lágrimas negras!, ya estoy preparando mis lágrimas amarillas para cuando acaben Los Simpson) y a veces tan triviales (“En Bilbao están que no paran”, comentaron, en alegre referencia a la villa en la que resido, donde toca un grupo de rock escandinavo y van veintidós personas). Y esto enlaza con el problema que tienen últimamente todos los programas de este tipo: que asocian la música a una serie de conductas guays, de tendencias in, de afirmaciones categóricas, de mohínes, de dedos levantados y de chicas artificiosas que se hacen llamar La China, hasta el punto de que uno casi desea que le deje de gustar el rock. Pero, puntillosidades aparte, en iPop salieron Depeche Mode, Sloan (¡tocando en directo y versionando a los Ramones!) y más cosas interesantes, así que ¿cómo me voy a quejar? Véanlo y ya me contarán, que yo tengo que seguir remando.