La Administración Clinton fue “casi paradisíaca” para los intelectuales norteamericanos en comparación con el gobierno de Bush. Así lo cree el escritor argentino afincado en la Coste Este Tomás Eloy Martínez, a quien los periódicos de su país dedican estos días numerosos artículos con ocasión de la feria del libro de Buenos Aires. Martínez hace una revelación interesante: “Tengo un buen amigo, Paul Auster, a quien veo a menudo, que está descorazonado. Tiene muchas ganas de exiliarse en Francia”, desvela.