Ya está aquí. Fiel a su cita. La estación preferida por los poetas es la primavera, así que serán muchos quienes afilen versos y preparen rimas. Es también, o eso dice el tópico, el tiempo del amor, o al menos el tiempo de una revolución generalizada de las hormonas, sobre todo en los jóvenes. Antonio Machado destacaba la vitalidad de la estación y esas palabras de amor “a las que le sienta bien un poquito de exageración”. Lo hacía después de decir con asombro aquello de “La primavera ha venido./ Nadie sabe cómo ha sido”. Ángel González, en cambio, no entendía su prestigio en materia amorosa. Lo decía en uno de sus más célebres poemas: Inventario de lugares propicios al amor. Escojan ustedes: ¿es la primavera el mejor tiempo para el amor? ¿O tan solo lo es para los poetas que lo cantan?