Andan en Argentina muy divertidos con los errores de las notas de prensa de la Feria de Fráncfort, donde han resucitado al escritor Manuel Puig y, lo que me parece aún más llamativo, han convertido en autor a Martín Fierro, el inmortal personaje de José Hernández. Por una parte, me consuela ver cómo en todas partes cuecen habas y no sólo se cometen errores de bulto aquí. Por otra, me preocupa comprobar en qué manos está la cultura o quienes deben defenderla. Quizá no anda lejos el día en que Beethoven sea sólo un perro y haya gente que asegure haber conocido a algún descendiente de Ana Karenina.