Hoy se cumplen 200 años de la muerte de Haydn, ese músico cuya obra ustedes han escuchado tantas veces aunque quizá no lo sepan. Un compositor que no fue demasiado feliz en su vida personal, que trabajó a destajo para poder cumplir con sus obligaciones con el príncipe Esterhazy y que creó una obra de dimensiones descomunales en la que no falta un amplio grupo de piezas maestras.
Les decía antes que todos hemos escuchado al menos una partitura de Haydn. Basta con que hayamos visto unos Juegos Olímpico, la Eurocopa o el Mundial de cualquier deporte. Cada vez que suena el himno alemán, están ustedes escuchando a Haydn, porque no es más que una versión reducida y orquestada del Cuarteto Emperador. Aquí les dejo ambas: el himno alemán y el cuarteto. Para que nadie diga que no ha escuchado nunca nada de Haydn.