Ayer se presentó en Madrid Anatomía de un instante, el libro que Javier Cercas ha escrito sobre el 23-F. Si ustedes piensan que ya estaba todo dicho sobre aquel golpe de Estado o que es imposible escribir más de 400 páginas de letra apretada acerca de ese tema y no aburrir al lector, están equivocados. Cercas ha renunciado a la ficción (esa que introducía como un juego en el relato real del fallido fusilamiento de Sánchez Mazas o en su volumen sobre el soldado de Vietnam), se ha documentado como un periodista o un historiador y ha escrito su libro de tal forma que se lee como la mejor novela, con un ritmo espléndido y una articulación del relato que parece muy sencilla pero que es de una enorme complejidad.
El domingo encontrarán en EL CORREO una larga entrevista con Cercas, donde habla de lo sucedido en aquel ya lejano 1981 y las dificultades de un escritor de ficción cuando se enfrenta a la realidad sin margen de maniobra alguno. Pero el resultado no puede ser mejor (el del libro).