Hay libros cuya lectura ofrece un verdadero gozo por el virtuosismo con que está contada la historia. Otros nos sumergen en aventuras que nunca viviremos en la realidad y nos dan la posibilidad de subir a un barco y surcar los mares o ejercer de espías en la Alemania nazi. En algunos nos enamoramos de sus heroínas o sus héroes y la historia dura mucho más allá del momento en que llegamos a la última página. Otros, en cambio, son como un mazazo, como un puñetazo en pleno rostro que nos deja aturdidos y nos obliga a seguir leyendo porque sabemos que lo que nos cuentan no es real pero podría llegar a serlo, al menos en el terreno de lo simbólico. La metamorfosis de Kafka (texto completo aquí) pertenece a este grupo. Ensayo sobre la ceguera de Saramago, también.
La semana próxima se estrena A ciegas, la película que Fernando Meirelles ha rodado a partir de la novela de Saramago. Parece que el escritor portugués ha quedado razonablemente satisfecho con el filme, aunque no entiende algunas cosas y no le gusta nada el título.
Permítanme una recomendación: antes de verlo, lean el libro si aún no lo han hecho. Se encontrarán ante una de las novelas más estremecedoras de las últimas décadas. Una verdadera obra maestra de un gran escritor. Y lo digo a sabiendas de que Saramago no gusta a todo el mundo como tampoco es del gusto de todos su conocida militancia izquierdista. Olviden los prejuicios. Ensayo sobre la ceguera es uno de los títulos mayores de la literatura del siglo XX.
P. S. Gabriel García Márquez cumple hoy 82 años. Felicidades, maestro.