La recomendación musical de este fin de semana es muy especial para mí. Lo es porque nunca habría podido imaginar algo así: que un compositor me dedicara una obra. Y ha sucedido.
Conocí a Miguel Ángel Casares hará cosa de quince años. Conté su historia en el periódico, centrándome en esa vocación irrefrenable de crear, de abordar la belleza con la visión amplia de un personaje del Renacimiento. Porque Casares pinta, escribe poemas y compone. Y de todo ello ha dejado numerosas pruebas en exposición, libros y conciertos. Ahora me ha concedido el honor de hacerme dedicatario de Música de letras olvidadas, un cuarteto de cuerda. Cualquiera puede imaginar la emoción que siento por ello y el agradecimiento que le debo. Y de momento voy a empezar por difundir su obra aquí mismo, en este blog. Disfruten del Cuarteto. Gracias, Miguel Ángel.