>

Blogs

César Coca

Divergencias

Un libro cada semana: ‘Transbordo en Moscú’ de Eduardo Mendoza

A comienzos de septiembre de 2018, apenas unos días antes de la primera Diada tras el seudorreferendum del 1 de octubre anterior, Eduardo Mendoza presentaba El rey recibe, la primera novela de un ciclo protagonizado por Rufo Batalla, un modesto periodista conducido por el destino a una serie de aventuras del todo improbables en la España de los sesenta y los setenta. Aquel día, en una agradable biblioteca en la parte alta de Barcelona, el escritor posaba para los fotógrafos entre la curiosidad de algunos lectores, cuya cara mostraba la felicidad de ver tan cerca y en carne mortal a uno de sus ídolos, y la ira de otros, que consideraban que algunos de los allí presentes habíamos ido a romper el silencio por estar con un escritor escasamente sensible al procés. No es una suposición. Yo estaba allí y lo escuché formulado de una manera más alambicada pero que traducía justo eso.

La anécdota viene a cuento porque en algunas páginas de Transbordo en Moscú, la novela que cierra la trilogía de Batalla, dos personajes hablan sobre lo que estaba sucediendo en Cataluña ya en los años noventa y algo después. Es solo un chispazo, pero sin duda intencionado, frente a la totalidad de una obra que narra las de nuevo disparatadas aventuras de su protagonista. Aventuras que son el ‘mcguffin’ para hacer avanzar la acción, pero no lo más interesante. Donde el escritor demuestra su talento es en descripciones, diálogos y reflexiones de una gran comicidad, elaboradas con una elegancia suprema.

Porque este Batalla que de alguna manera es el álter ego de Mendoza (lo ha dicho él mismo) contempla el mundo que le ha tocado vivir entre la perplejidad y el desencanto. Y eso le proporciona la distancia necesaria para relativizarlo todo. No es que el escritor catalán llegue a la comedia mediante esa suma tan citada de drama más tiempo. Drama hay poco en estos libros, y comedia mucha. Y retrato social: con su suave ironía, Mendoza describe a una clase social media-alta de manera mucho más ajustada que otros libros escritos con afán de ser la crónica de una época.

El punto de partida es la boda (de penalty, se decía antes) de Batalla con una rica heredera. Parece que su relación con el príncipe Tukuulo y su elusiva esposa es asunto del pasado, pero el pasado siempre vuelve. Aunque sea a través de persona interpuesta.

Disfruten de la lectura de este libro de Mendoza. Todo parece indicar que es su última novela.

(Publicado en elcorreo.com)