Antón García Abril murió hace unas semanas y con él se fue uno de los últimos compositores de la Generación del 51, que trajo la modernidad musical a España. Es cierto que García Abril se mantuvo bastante alejado de las vanguardias y que fue siempre un defensor de la melodía entendida de una manera bastante tradicional. Pero su música ha ocupado un lugar muy relevante durante más de medio siglo: como compositor de bandas sonoras para el cine y la televisión, ha dejado cientos de trabajos y muchos de ellos alcanzaron una enorme celebridad.
También escribió un muy importante catálogo digamos clásico. Su obra es muy reconocible porque es heredera de un nacionalismo en el que hay un tono de modernidad claro pero sin que se pierda la esencia en cuanto al uso del folclore y ciertas formas típicas. Lo entrevisté en su casa, hace unos cuatro años, y me contaba divertido que tuvo la oportunidad de haber ido a Hollywood. Estaba seguro además de que su trabajo habría sido estimado en la meca del cine. No necesitó cruzar el Atlántico para triunfar. Porque García Abril demostró que se puede ser popular y tener éxito componiendo música.
Para este fin de semana, pasadas ya las celebraciones sacras, les dejo un concierto de García Abril interpretado por la joven violista Isabel Villanueva. Disfruten.