El sevillano Luis Manuel Ruiz es uno de los más originales escritores españoles de hoy. Comenzó su carrera literaria muy joven, con una serie de novelas en las que sus personajes debían desentrañar algunos misterios relacionados con asuntos históricos y culturales. Pero hubo un momento de cambio, y Ruiz se adentró en un terreno muy poco frecuentado por la literatura española: el de la ciencia ficción teñida de fantasía y repleta de referencias a los clásicos de todos los ámbitos, del cine a la literatura y del cómic a la pintura.
Hugo Lémur y los ladrones de sueños se adentra en un terreno muy querido a su autor: el del mundo onírico y todo lo que encierra, incluida la dificultad de separar la vida soñada de la realmente vivida. Ya en una novela anterior, La habitación de cristal, se había referido a un tema en cierto sentido familiar: el de la imagen que devuelven los espejos y la realidad.
Aquí hay sueños y ladrones de sueños, no tanto de su totalidad como de objetos que en ellos aparecen. Y existe también una policía que vigila para que eso no suceda, o si ocurre detener a los ladrones. Hugo Lémur es un joven que estudia para poder entrar en ese cuerpo policial. A partir de ahí, sus aventuras al filo mismo entre lo onírico y lo real lo llevarán a lugares insospechados. Como en todas las novelas de Luis Manuel Ruiz, las referencias culturales no faltan, ni tampoco un despendolado sentido del humor.
(Publicado en elcorreo.com)