En El show de las marionetas, hay un policía de extraño nombre, Washington Poe, que ha tenido problemas derivados de un caso anterior, y que vive semiaislado del mundo en una casa en el campo. Poe es inteligente y astuto. Enfrente hay un asesino cuyo móvil cuesta descubrir pero que juega durante muchas páginas con la Policía. El fondo social no puede desvelarse sin poner sobre aviso al lector, pero en cualquier caso recoge algo grave y por desgracia no demasiado ajeno a nuestro mundo. Y la trama es original: una secuencia de crímenes en los que las víctimas son todos hombres de unos sesenta años, sin una relación clara entre ellos y que mueren de una manera singular: quemados vivos tras ser torturados y mutilados.
Craven ha escrito una novela que además tiene los giros necesarios para evitar que el lector se acomode y dé por hecho lo sucedido. Una novela compleja en su desarrollo pero en la que el narrador guía con mano firme al lector para que no se pierda. Y además cuenta con un personaje secundario que tiene todos los ingredientes para hacerse querer: una joven cuya sagacidad y preparación técnica están a la misma altura de sus variados complejos. Muy altos.
(Publicado en elcorreo.com)