Digámoslo rápido. Leopoldo Pomés trajo la modernidad a España con sus fotografías y películas publicitarias. Suyas son muchas de las imágenes icónicas de los años sesenta y setenta, de los anuncios de Terry a los de Freixenet, que contrastaban de manera radical con las de la España castiza y casposa fruto de décadas de puritanismo.
A cuenta de su trabajo, Pomés ha vivido mucho, ha visto mucho y ha conocido a una enorme cantidad de personas famosas de todos los ámbitos, del cine a la canción pasando por el deporte, la arquitectura o la edición. No era pecado. Experiencias de una mirada es algo así como un libro de recuerdos que, sin demasiado orden, enlaza escenas sueltas, momentos sublimes (el día que persiguió en su coche a una joven alemana que iba en tranvía y con la que acabaría casándose) y otros hilarantes, semblanzas de actrices y actores a los que retrató.
El libro es una deliciosa sucesión de capítulos articulados en epígrafes muy breves en los que el lector descubre lo mal que fue el rodaje del anuncio navideño el año que lo protagonizó Gwyneth Paltrow, la imponente presencia en escena de Montserrat Caballé, la simpatía arrolladora de Gene Kelly, la enorme profesionalidad de Pierce Brosnan y la admiración que Pomés siente por Pilar López de Ayala.
La relación de anécdotas es interminable, y también aparecen ahí quienes han sido mitos para el fotógrafo. Desde el Kubala de sus años jóvenes a Johann Cruyff, que se presentó en su estudio acompañando a su mujer cuando ella iba a rodar un spot de una marca de pinturas. Y dos referencias esenciales: Pomés desvela algunas claves del diseño de la ceremonia de apertura del Mundial de Fútbol de 1982 y de la película que se usó para promocionar ante el COI la candidatura de Barcelona 92.
(Publicado en elcorreo.com)