Nino Rota fue un compositor de óperas, conciertos y otras piezas dentro de lo que podríamos denominar ‘música clásica’. También destacó como profesor, y entre sus discípulos se encuentra el director Riccardo Muti. Pero, por injusto que pueda resultar para su obra no cinematográfica, es esta última la que le ha dado una gran fama, hasta el extremo de que suele ser citado como uno de los grandes compositores de música para la gran pantalla, pese a que trabajó bien poco para el cine estadounidense que, guste o no, es el que da mayor prestigio y trascendencia.
Rota trabajó sobre todo con directores italianos. Su facilidad para la melodía queda plasmada en los temas centrales de filmes como La strada, Romeo y Julieta, Ocho y medio, Amarcord, El Gatopardo y tantos otros. Esa capacidad para construir partituras evocadoras, que respiran luz, humor y nostalgia por un pasado que no volverá, fue clave para que Francis Ford Coppola acudiera a él para componer la banda sonora de las dos primeras entregas de El Padrino (para cuando filmó la tercera, el compositor milanés ya había muerto). El trabajo que hizo Rota fue extraordinario y le valió un Oscar por la segunda entrega (en la primera la candidatura fue retirada porque una parte de la banda sonora había sido utilizada en un filme muy anterior, lo que parece que no es exactamente cierto, pero a estas alturas ya da igual). Tanto es así que ha quedado como una música que cualquiera, tenga o no afición al cine, identifica de inmediato. Puede que, junto a la banda sonora de Lo que el viento se llevó, sea la música más vinculada al séptimo arte, la que mejor lo define.
La Suite que hoy les propongo es una construcción para orquesta sinfónica al estilo de las que se hacen habitualmente con los ballets de Chaikovski y de otros compositores: una selección de los temas principales unidos con una cierta lógica para darles continuidad. Nadie dirá que la música de El lago de los cisnes es de segunda por haber sido compuesta para la escena. Y creo que tampoco nadie pensará que la de Rota es inferior por haber sido hecha para el cine. La música de El Padrino, con independencia de su origen y su función, es extraordinaria. Aquí se la dejo en versión de la Orquesta Sinfónica Nacional Danesa. Disfruten.