Elia Barceló se hizo un hueco en el panorama literario con varias obras de ciencia ficción. En aquel momento era la única escritora española con que contaba el género y ganó un puñado de premios. Vive en Insbruck –aunque ahora pasa temporadas largas en Elche– desde hace casi cuarenta años y ha sido profesora de Literatura Hispánica en esa ciudad austriaca.
En los últimos tiempos, se ha dedicado a otro tipo de novelas, en las que las protagonistas suelen ser mujeres y con algún secreto que condiciona su vida, aunque se refiera a algo sucedido mucho antes. Es exactamente lo que pasa en El eco de la piel, su última obra, que ha llegado a las librerías esta misma semana.
La historia que cuenta es la de una joven historiadora que, incapaz de hallar un trabajo acorde con su formación académica, se gana la vida como dependienta de una tienda en Madrid. Hasta que un día, un familiar próximo le llama para ofrecerle un trabajo: escribir la biografía de una exitosa empresaria de su pueblo natal, una localidad alicantina en la que la mujer, ya fallecida, construyó un imperio basado en la industria del calzado. Quien pagará ese trabajo, que desea publicar y regalar a amigos, clientes y proveedores en una gran fiesta, es su hijo, un hombre ya próximo a los ochenta años, con quien acaba la saga familiar puesto que es soltero y no tiene descendencia.
La protagonista se reencuentra con sus padres en el pueblo, e incluso con la sombra de un exnovio, mientras indaga en la vida de esa mujer que, procedente de una familia muy humilde, se convirtió en una empresaria innovadora, de éxito y amada y temida a partes iguales en la región. Ella piensa que se oculta algo en la biografía, y trabajará por descubrirlo –aunque sabe que no podrá contarlo, pues le pagan para que la imagen de la empresaria sea muy positiva–, mientras se da cuenta de que hay otros misterios familiares y personales que están mucho más próximos.
La novela está escrita en varios planos que alternan narradores, desde el tradicional omnisciente hasta la propia protagonista, pasando por textos de un libro, grabaciones y transcripciones de declaraciones de personas que conocieron a la empresaria. De esa forma, Barceló sostiene los distintos puntos de vista que van formando la imagen que la historiadora –y sobre todo, quien lee el libro– se hacen de la exitosa y enigmática Ofelia, que ese era su nombre.
(Publicado en elcorreo.com)