¿Quinielas? Las casas de apuestas, que el año pasado acertaron de pleno con Pamuk, parece que se inclinan por Claudio Magris. Divergencias no es una casa de apuestas, pero también propone una quiniela. Como suelen hacer los quinielistas, optemos en primer lugar por la lógica. El Nobel debería ganarlo un autor de prestigio internacional. Y la Academia tiene tendencia a moverse por cuotas en cuanto a idiomas. Veamos qué idiomas han sido más premiados: desde 1991 han sido distinguidos siete escritores que han elaborado total o parcialmente su obra en inglés, dos en alemán y luego uno de varias lenguas: chino, italiano, portugués, húngaro, polaco, turco… Ninguno en español, aunque lo ganaron en 1989 (Cela) y 1990 (Paz). Si funciona la lógica de las cuotas, podría ganarlo un escritor en español, francés o ruso, las lenguas con literaturas de gran empaque que hace más tiempo que no lo ganan. Este año no parece sonar mucho el nombre de Vargas Llosa, pero me resisto a no ponerlo. Sí parece sonar como bien situado Carlos Fuentes, sin duda otro escritor magnífico.
Los autores en inglés han ganado muchos premios (tres en los seis últimos años: Pinter, Coetzee y Naipaul) pero creo que hacer una quiniela y no poner a Philip Roth sería imperdonable. Y de ninguna manera me olvido de Adonis, que no escribe en una lengua de gran peso en el mercado literario pero que es un candidato firme desde hace al menos una década y que gana prestigio año a año. Amos Oz e Ismail Kadaré también empiezan a ser candidatos eternos. Lo mismo que Nooteebom.
Y por supuesto podría suceder que la Academia optara por un autor poco o nada conocido entre nosotros. A veces lo hace.
¿Quiénes son sus candidatos?
Añadido del 11 de octubre.
Seguro que ya se han enterado: el Nobel ha sido para Doris Lessing. Hace unos cuantos años, estaba en numerosas quinielas, pero había ido cayendo poco a poco. Quizá por su edad (acaba de cumplir 88 años), había ido asentándose esa idea de que si no se lo han dado ya no se lo van a dar. Icono del feminismo, muy crítica con el comunismo pese a que fue militante, defensora de los derechos humanos, liberal en el sentido más nobel del término, Lessing tuvo una época de fama en España allá por los ochenta. Ahora no creo que esté, ni de lejos, entre los autores más leídos.