Dentro de unos días, Juanjo Mena volverá a Bilbao, ahora con la Filarmónica de la BBC, para dirigir un concierto en el Arriaga. Algunos de ustedes leerían, imagino, la entrevista que publiqué en El Correo el pasado domingo, en la que el director vitoriano anunciaba que en junio de 2018 no prorrogará el contrato que le une a esa formación, con lo que cerrará un ciclo de siete años en ese podio. Así que esta puede ser la última oportunidad de verlo por aquí empuñando la batuta ante esta centuria. En el programa del concierto del día 16, el plato fuerte es la Sinfonía Nº 1 de Elgar, un compositor muy célebre en el Reino Unido pero creo que no demasiado escuchado por aquí, con la excepción de su Concierto para violonchelo y las Marchas de Pompa y Circunstancia.
La propuesta de este fin de semana es esa Sinfonía Nº 1 de Elgar, escrita cuando ya había alcanzado la fama -tras unos comienzos no demasiado fáciles- con sus Marchas de Pompa y Circunstancia, la música que mejor reflejaba el espíritu victoriano. Y que a su manera lo resumía: de hecho, las dos primeras están escritas justo el año 1901, el año de la muerte de la reina. Esta primera sinfonía, al parecer compuesta en recuerdo de un general fallecido en el campo de batalla, tiene esa nobleza típica de la música de su autor, con un movimiento lento, el que les propongo, marcado por un lirismo que nunca amenaza con desbordarse. Hay no pocos aficionados a los que la música de Elgar les parece fría y un punto grandilocuente (ahí están las Marchas para avalar esa idea). Puede ser. Sin embargo, fragmentos como este, son hermosos con su efusividad discreta. Decía Elias Canetti que cuando llegó a Londres le sorprendió, para mal, la frialdad de los habitantes de la ciudad, su escasa capacidad para las emociones. Pero cuando empezaron los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial quedó admirado por la manera en que los soportaron, con una dosis menor de drama y sin aspavientos de ningún tipo. Así es esta música. Disfruten.
(En Youtube no existe vídeo de la versión de Mena con la Filarmónica de la BBC. Tendrán que escucharla en vivo en el Arriaga).