Voy con un poco de retraso, pero es que me acabo de acordar revisando los libros amontonados y descubriendo una joya inigualable: una colección de discursos de Saramago sobre lo de siempre, sobre los buenos y los malos..
La última gran idea de Saramago es la de la unión de España y Portugal, una reedición de la Iberia que apenas existió, y que él, como intérprete cualificado de la marcha de la historia, juzga inevitable. ¿Por qué? Bueno, a mí no me preguntéis, contádselo a él. Ya, ya sé que es una idea estrafalaria, en medio de la Unión Europea, y todo eso, pero si lo dice el señor José...
Lo crudo es la repercusión que ha tenido la ocurrencia. Un periódico portugués le dedicó un par de páginas, y el Informe Semanal de TVE, un reportaje. Era curioso. El reportaje partía de la consagración de Saramago como oráculo y de que, por tanto, la ocurrencia tenía un pase. Luego la reportera salía a las calles de Lisboa y los portugueses, en su mayoría, no daban un euro por el asunto. Un eurodiputado, con una espectacular biblioteca en su casa, venía a decir eso que nunca conviene olvidar: que no hay que confundir una ocurrencia con una idea, y que a las primeras hay que ponerlas siempre en cuarentena.
¡Ay, si esto lo tuviera en cuenta el señor José!