Quedan muy lejos los tiempos en los que los policías de las novelas negras que encontrábamos en las librerías eran estadounidenses o británicos. Luego también los tuvimos de otros países y desde hace un tiempo proliferan los protagonistas de esos relatos que son policías forales, mossos de esquadra y ertzainas. José Javier Abasolo es de los más veteranos en esta faceta de la exploración de un noir local, con personajes con los que es muy fácil identificarse y escenarios por los que cualquier lector transita a diario.
En Demasiado ruido, el punto de arranque es el asesinato de un indigente en el local de un cajero automático del centro de Bilbao. El hecho no despierta en principio un gran interés pero Goiko, el ertzaina retirado y luego reconvertido en detective que protagoniza esta serie de novelas de Abasolo, quiere indagar en lo sucedido porque está personalmente afectado por el hecho. Además, hay una conexión con otros crímenes sucedidos al otro lado del Canal de la Mancha, y en el drama intervienen actores llegados de África y del este de Europa.
Abasolo maneja la trama con soltura, cambiando el punto de vista, dando saltos temporales con el asesinato del mendigo como punto de referencia y guiando al lector por una intrincada red de contactos, intereses, mafias y corrupciones. La suya es una de esas novelas negras en las que interesa más el camino recorrido hasta el desenlace que el desenlace mismo. Algo cada vez más común porque el lector puede agradecer una pirueta final, pero seguro que prefiere que el discurrir de los capítulos contenga otros elementos distintos a simples pistas engañosas.
(Publicado en elcorreo.com)