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César Coca

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Un libro cada semana: 'La tierra que pisamos' de Jesús Carrasco

Jesús Carrasco esperó a cumplir los 40 años para publicar su primera novela. El resultado fue un libro tenso y violento, que recupera un ruralismo olvidado en la literatura española desde hace no menos de un cuarto de siglo y que ha dado un puñado de buenas novelas muy recientemente. Una de ellas, para muchos la mejor, fue Intemperie.

Ahora Carrasco publica su segunda novela, que de nuevo transcurre en el ámbito rural. Corren los años treinta del siglo pasado, España ha sido ocupada por un gran imperio (no se dice cuál, pero los apellidos tienen inequívoco sabor alemán) y en una zona de Extremadura se han instalado algunos militares de ese ejército imperial ya retirados, con sus familias, a modo de premio por su comportamiento en la batalla. Un día aparece junto a la casa de la protagonista un hombre que no habla y parece vivir ajeno a todo. Su primera reacción es el temor: la mujer, cuyo esposo está enfermo y casi impedido, cree que el forastero puede robar en la casa y matar a sus ocupantes. Pero no es así, y poco a poco la mujer se va interesando por saber quién es ese hombre y qué le ha llevado hasta allí. Incluso indaga entre los altos cargos del ejército cuando casualmente halla una carta de recomendación del hombre firmada por un militar. Todo eso pese a que sabe que las leyes prohíben un tipo de relación así con extraños.

El autor cuenta mediante una estructura temporal compleja la peripecia del forastero y su familia a medida que la mujer descubre lo sucedido. Un episodio que a todos sonará conocido: ahí están Auschwitz, Dachau y otros monumentos al horror. También resuenan ecos más cercanos, como la matanza de Badajoz en las primeras semanas de la Guerra Civil. La novela cuenta una ficción histórica del pasado, con imágenes reales, pero al mismo tiempo apela al presente: ese temor a los extranjeros, esa convicción de que llegan hasta nuestra casa para robar y matar y no tan solo porque huyen, está hoy instalada entre nosotros.

 

(Publicado en elcorreo.com)