Pedro Juan Gutiérrez es un narrador poderoso, dueño de un lenguaje directo, que no se entretiene en construir hilos narrativos que no vayan directamente al grano de la historia que quiere contar. Hace casi veinte años irrumpió con fuerza en el mundillo literario gracias a Trilogía sucia de La Habana, tres libros publicados en un solo volumen y llenos de furia, sexo y rebeldía.

Tras una etapa en la que había caminado por senderos literarios ajenos a la narrativa, el escritor cubano regresa con una historia que se anuncia como basada en hechos reales. Se trata de la peripecia de dos personajes que se conocen en la escuela siendo apenas unos adolescentes: uno es el Fabián del título, un chico sensible, hijo tardío de un matrimonio de españoles desubicados, aficionado a la música… y homosexual; el otro es Pedro Juan, el habitual protagonista de las novelas del autor, verdadero ‘alter ego’ en algunas de ellas. Y Pedro Juan es como lo conocemos: rebelde, duro, vividor e inclinado al sexo sin compromiso con mujeres de toda edad y condición, pero preferentemente abundantes en curvas.

La novela traza en capítulos diferentes la trayectoria de ambos personajes, en un ambiente opresivo con quienes no comulgan con los principios de la Revolución y marcado día a día por la escasez de casi todo, en especial de cualquier cosa que haga más cómoda la vida diaria y de libertad. Por sus páginas pasan funcionarios torpes, corruptos y arribistas; jóvenes desesperados por la miseria, mujeres enloquecidas y obsesos sexuales sin distinción de raza ni estado civil.

Fabián y el caos no está tan dominada por la furia como sus anteriores novelas. Están aquí todos los rasgos literarios que han hecho famoso a Pedro Juan Gutiérrez, de la misma manera que lo están casi todos los elementos ambientales (aunque no aparezca La Habana), pero el tratamiento es más refinado y el lenguaje, más clásico. Aunque los personajes sigan usando esas expresiones tan gráficas que cualquiera que haya estado en Cuba reconoce en las primeras líneas.

(Publicado en elcorreo.com)