Fernando García Pañeda ha ganado el premio Alhóndiga de Narrativa Breve con esta nouvelle que es en su punto de partida deudora de un par de artículos de Arturo Pérez-Reverte. El escritor bilbaíno lo reconoce en la primera página: el autor de Hombres buenos habló hace un tiempo de dos niños diferentes al resto, atenta lectora ella, dueño de una extraña dignidad él, de los que decía que ojalá se encontraran un día. Eso es lo que hace exactamente García Pañeda: imagina que se ven fugazmente en el patio del colegio y luego los vuelve a reunir años años más tarde.
En ese momento, ella es una violonchelista que trata de conseguir plaza en una orquesta de nueva creación y él está al frente del departamento de la Administración encargado de la gestión del grupo. A partir de ahí se va tejiendo una red de encuentros y complicidades entre ambos, que descubren lo que tienen en común y lo que la vida ha construido a su alrededor.
Escribe García Pañeda lo que podría denominarse un contrapunto: la escena de la prueba que la chica debe realizar dentro del proceso de selección la cuenta dos veces, cada una de ellas centrada en lo que piensa cada personaje, y repite luego con los posteriores encuentros. Teje así un relato musical que tiene su propia banda sonora en las obras que la muchacha toca y en los gustos musicales del gestor, con una referencia muy concreta a un concierto de Vivaldi.
Sueño y azar (el título parece de una obra de Javier Marías) es un relato breve lleno de sutileza. Pasan muy pocas cosas, porque se trata de sueños y azares, de encuentros fugaces e imágenes apenas grabadas en el recuerdo. Un libro encantador que bien merece una lectura mientras se escuchan las piezas de las que se habla en el texto.
(Publicado en elcorreo.com)