Hay un puñado de obras asociadas a guerras. Desde la célebre Obertura 1812 de Chaikovski al Cuarteto para el fin del tiempo de Messiaen pasando por la Sinfonía Nº 7 Leningrado de Shostakovich, por citar algunos ejemplos. La obra que les propongo para este fin de semana es fruto de un encargo que un director de orquesta hoy semiolvidado llamado Eugene Goossens hizo a algunos compositores para arrancar la temporada de la formación que dirigía (la Sinfónica de Cincinnati) con fanfarrias en homenaje a los soldados aliados, allá por 1942. Aaron Copland firmó la más famosa de todas ellas, esta Fanfarria para el hombre corriente.
Solo un detalle para colocar al autor en su sitio: ser uno de los más grandes compositores del siglo XX en EE UU no le libró de ser citado por el Comité de Actividades Antiamericanas en los años cincuenta por haber apoyado la campaña del Partido Comunista dos décadas antes. El drama del hombre corriente (o no tanto, dado su talento), puesto en una lista negra.
Disfruten de esta fanfarria.