Pedro Zarraluki publica novelas y volúmenes de cuentos indistintamente, hasta convertirse probablemente en el escritor en español que más incursiones hace en la narrativa breve. Algo que no deja de ser sorprendente en un autor que ha ganado importantes premios destinados al género novela, como el Ciudad de Barcelona, el Herralde y el Nadal.
Su último libro contiene once relatos en los que el lector tropieza con personajes cotidianos en escenas de la vida corriente. Algo que cambia solo cuando se produce un pequeño chispazo, a veces un gesto aparentemente inocuo que es como el interruptor que enciende una luz. O la apaga. Eso afecta a la adolescente rebelde y crítica con su padre, que ya no vive con su madre; o a la mujer que cuida de su marido en un hospital para enfermos con graves problemas neurológicos; o a la anciana analfabeta y sola que recibe la visita de un hombre que le lleva un televisor en recuerdo del tiempo en que ella lo atendió y que aprenderá viendo El Padrino cómo se cuenta una historia.
Para todos ellos, el transcurso del tiempo termina por ser algo complejo e inasible. Como la vida. Como esas personas que un día deciden que su existencia no puede seguir como está. Aunque los cambios sean para peor, aunque renuncien a la vida con la que siempre soñaron. En Te espero dentro, el cuento que da título al volumen y que cierra la colección, dos hermanos se enfrentan al fin de la relación con sus padres. El pasado es una nebulosa y el futuro puede ser un abismo.
Hay en estos cuentos un humor tierno a veces y más áspero otras, una leve melancolía y el desasosiego que produce el desgaste de las relaciones y los anhelos.
(Publicado en elcorreo.com)