Para este fin de semana de puente, les propongo una pieza breve y enérgica: el Preludio op. 23 Nº 5 de Rachmaninov. Algunos de ustedes quizá hayan leído en este mismo blog comentarios que muestran la debilidad que siento por este compositor ruso fuera de su tiempo, que fue por ello objeto de críticas muy ácidas a cargo de otros músicos de vanguardia y que arrastró durante media vida la melancolía de haber salido de su país sabiendo que no regresaría. Estos días se ha hablado además de que el Gobierno ruso quiere comprar las propiedades que el compositor tuvo en Suiza. Curioso interés por parte de una Administración que -es cierto que era un Gobierno de signo muy diferente- prohibió la interpretación de su obra porque el autor no comulgaba con los principios de la Revolución de 1917.

Toda la obra pianística de Rachmaninov -la parte más extensa e interesante de su producción- tiene una característica común: su dificultad. Él mismo era un magnífico pianista con unas grandes manos  que favorecían la consecución de verdaderas proezas. Aquí escucharemos la interpretación de Valentina Lisitsa, una pianista que ha conseguido una cierta celebridad (aún no muy grande por estas latitudes) gracias a sus grabaciones subidas a YouTube. Disfruten.