Muchos conocen a Gay Talese como uno de los padres de lo que Tom Wolfe llamó –inadecuadamente, pero ya da igual, puesto que la denominación ha triunfado– nuevo periodismo. Este libro recoge muchos de sus reportajes y crónicas sobre figuras del deporte. Figuras grandes y pequeñas, porque aquí están los boxeadores Joe Louis y Muhammad Ali (conocido durante buena parte de su carrera como Cassius Clay) y jugadores de béisbol como Joe DiMaggio, pero también comparecen a la cita deportistas cuya fama nunca trascendió las fronteras de EE UU y que hoy han sido olvidados incluso allí.
Lo importante de estos textos de Talese no es la competición. No son los partidos ni los combates. Si así fuera, estos textos no habrían resistido el paso del tiempo. Aparecen combates y partidos, sí, pero como referencias, a veces lejanas, en la vida de sus protagonistas. Lo relevante en todos los casos es su aproximación a los personajes y todo lo que los rodea. Talese convierte a los héroes del deporte en humanos, en seres de carne y hueso, con frecuencia mucho más débiles de lo que parece tras los triunfos, o cuando van enfundados en un uniforme y saludan a la multitud que los festeja como a los nuevos gladiadores. Incluso de esos uniformes escribe, de trajes desgastados y rotos tras una temporada completa.
El libro recoge trabajos que van desde la etapa de un juvenil Talese en la revista del instituto hasta un reportaje de hace muy poco tiempo. Se observa en ellos un cambio de estilo lógico, desde algunos excesos propios de la edad (aunque corregidos por algún que otro magnífico editor) a la sobriedad de los más recientes. Pero en todos hay una mirada perspicaz, una aproximación inquisitiva y a la vez no exenta de piedad, que desnuda a los ídolos más admirados y agiganta a los pequeños héroes. Talese demuestra, por si aún fuera necesario, que se puede hacer literatura en los periódicos escribiendo con rigor, apartándose de los tópicos y la farfolla y centrándose en lo relevante.
(Publicado en elcorreo.com)