Ricardo Piglia se ha labrado un sólido prestigio como narrador y ensayista aunque en España no haya pasado de ser un escritor para minorías. En El camino de Ida, que llegará a las librerías la semana próxima, cuenta la historia de Emilio Renzi –ya ha aparecido en otras obras suyas–, un profesor argentino a quien invitan a pasar un semestre en una universidad estadounidense. Una vez allí, conoce a Ida Brown, una hermosa colega con la que mantendrá una relación construida sobre la base de esporádicos y secretos encuentros sexuales.
Ida muere en un extraño accidente de coche que levanta sospechas en la Policía sobre su naturaleza. Entonces, Renzi empieza a indagar en sus antecedentes y se pregunta si hay alguna relación con una serie de ataques a académicos que han sembrado el desconcierto en varios campus.
Piglia conoce bien el ambiente universitario de EE UU porque ha sido profesor visitante durante largos períodos, y eso le permite describirlo con una cierta acidez. Pero no se encuentra en sus páginas la comicidad de un David Lodge. Antes al contrario, su texto está repleto de consideraciones muy serias sobre la política, el ecologismo, la revolución y el papel de los científicos al servicio del sistema. Y aparece también un científico que para luchar contra el capitalismo y los aparatos del Estado se ha retirado a vivir al bosque y desde allí envía bombas a colegas, un personaje inspirado claramente en Unabomber.
Hay en el relato una intriga más bien difusa a propósito de cómo murió en realidad Ida Brown, pero lo más interesante está en la definición de su trayectoria vital a través de los personajes a los que va interrogando el protagonista. Es ahí donde está el centro del relato: en esa búsqueda de significado de la propia vida; en las utopías y el recuerdo que cada ser humano deja en el mundo; en el papel de cada uno en la comedia humana.
(Publicado en elcorreo.com)