Arcadia ha vivido su infancia en Toulouse porque sus padres, republicanos, han tenido que dejar España durante la Guerra Civil. Un día, el matrimonio muere en un accidente de tren, y la niña debe regresar a Barcelona, donde vive su tía Inés, con un equipaje escaso entre el que destaca la viola que está aprendiendo a tocar. Durante años, la muchacha disimula su ideología y se ve obligada a no hablar de sus padres, para no llamar la atención de los guardianes del régimen, en un colegio de monjas en el que ha sido admitida mediante una oportuna falsificación de algunos papeles.
Hasta que una tarde, al salir de sus clases de música, conoce a Javier, hijo de una adinerada familia catalana que se ha enriquecido gracias a su connivencia con el franquismo. Los muchachos se enamoran y comienza así el relato de esa relación entre personas de distinta ideología y clase social en el ambiente opresivo de los años cincuenta.
Rosa Regàs ha ganado el premio Biblioteca Breve con esta novela en la que va cambiando el narrador, lo que le permite modificar la óptica e incluso el estilo, más denso cuando es Arcadia quien cuenta, menos en las restantes páginas.
El ambiente de aquellos años grises está muy bien reflejado en la novela: las no siempre cariñosas monjas del colegio, los voluntarios vigilantes de la moral, los temores y los terrores imbuidos por una lectura estricta de la doctrina religiosa, la sombra de la Policía… Y el tiempo. El paso del tiempo que todo lo cambia.
(Publicado en elcorreo.com)