Este libro fue finalista del premio Fernando Lara de Novela. Su autor es un periodista vizcaíno afincado en Madrid, que se dedica a la comunicación institucional. Y su obra forma parte de lo que es casi un subgénero literario: la novela de iniciación.
La historia es la siguiente: Iván Zulueta, un muchacho recién entrado en la adolescencia, es enviado a Inglaterra a pasar el verano. Viaja con su hermana mayor, pero no estarán juntos. Nada especialmente extraordinario cuando se ve con la perspectiva de la edad, pero toda una aventura en ese momento tan importante desde el punto de vista vital, y más cuando se trata de la primera vez que uno deberá apañárselas solo. El protagonista, que narra en primera persona con el filtro del paso del tiempo matizándolo todo, se enfrenta a un mundo nuevo. Un mundo en el que hay fiesta, alcohol, amistades, modos diferentes de pensar, sexo… Y se enfrenta a ello con ganas de comerse ese mundo de un bocado, sin dejar nada por probar.
Escrita con un estilo nervioso, en el que los pensamientos se entrecruzan con frecuencia con el relato de lo sucedido, el libro puede verse como una historia para adolescentes por lo que tiene de narración de ese mundo confuso, problemático y casi esquizofrénico. Pero es, seguramente en mayor medida, una novela para adultos que quieren recuperar esa etapa de su vida y que ven en la aventura de Iván la suya propia, aunque no estuvieran un verano en Inglaterra. Hay escenas, como la del primer beso o las primeras caricias, que en el fondo, aunque cada uno las haya vivido de manera peculiar, resultan de validez universal. Los buenos lectores saben que todos los libros se dirigen a cada uno de ellos, dándoles algo distinto en cada caso. Sucede en la novela de Moronatti. Riverside Park es también el relato de nuestra juventud.

(Publicado en elcorreo.com)