Daniel Barenboim anda estos días presentando en España su proyecto Beethoven para todos, que incluye una gran gira mundial con la West-Eastern Divan Orchestra, la formación que creó en colaboración con Edward Said y que está integrada por jóvenes músicos de origen árabe, israelí y español. El proyecto ha tenido uno de sus puntos culminantes en la grabación en vivo (el registro fue realizado en Colonia el pasado agosto) de las nueve sinfonías, un álbum que el sello Decca lanzará al mercado en junio.

La presentación en España de todo ello coincide con la amenaza, cada vez más palpable, de que la  orquesta, que tiene su sede permanente en Sevilla, podría perder el apoyo económico de la Junta de Andalucía, agobiada por las penurias presupuestarias. Así que el debate está servido: ¿pueden desarrollarse proyectos culturales ambiciosos en épocas de crisis?

La West-Eastern Divan Orchestra no es una orquesta cara por el caché de sus músicos, sino por las características que la hacen singular: la procedencia tan heterogénea de sus miembros; el hecho de contar con una sede permanente que no puede estar en Oriente Próximo, de donde viene la mayoría de sus músicos, por razones fáciles de entender; la necesidad de hacer giras por el mundo para transmitir su mensaje de concordia… Todo eso cuesta dinero. Pero, ¿es una prioridad en momentos tan difíciles? A mí no me parece que se pueda prescindir de una organización semejante aunque reconozco que existen argumentos solventes en contrario.

Y un apunte estrictamente cultural. Acaba de salir en Decca la integral de las sinfonías de Beethoven dirigidas por Chailly y hace una década apareció en Teldec la integral del propio Barenboim con la Staatskapelle de Berlín. Por no hablar de un puñado de integrales más relativamente recientes  (la muy celebrada de Harnoncourt, entre ellas) que se pueden localizar en cualquier tienda buena de discos, si son ustedes capaces de hallar una. Estoy convencido de que los responsables de Decca saben lo que hacen, así que hay mercado para una nueva. ¿No les parece una buena noticia?