Algunos de ustedes recordarán que el pasado jueves propuse en esta misma sección una pieza de Balakirev titulada Islamey, una fantasía para piano que durante unos años fue considerada la pieza para el teclado más difícil que se había compuesto nunca, superando la Sonata de Liszt. En aquella nota ya dije que el presunto récord (no es fácil saber qué pieza es más difícil, sobre todo porque en toda interpretación hay un elemento personal, de manera que lo que es muy complejo para alguien puede no serlo tanto para otro artista) duró hasta que Ravel escribió Gaspard de la nuit. A partir de eso, hubo varias personas que me preguntaron algunas cosas sobre esta pieza del compositor vascofrancés.
Así que he pensado que lo mejor es que la escuchen. Les confieso que he pasado un buen rato tratando de encontrar algún vídeo en el que se viera a Joaquín Achúcarro interpretando la partitura, porque me parece que hace una versión excelente. Pero no lo he encontrado, solo audio. Y creo que es importante ver además de escuchar la interpretación. Ahí ya las versiones son muchas, como pueden imaginar. Las hay parciales, de las distintas partes de la pieza. Como no se trata de una partitura muy larga, he optado por una versión íntegra. Les dejo la de Khatia Buniatishvili. Disfruten.