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César Coca

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Ningún fin de semana sin música: Concierto para piano y orquesta Nº 3 de Rachmaninov

La propuesta musical para este fin de semana era obligada. Este sábado se cumplen 150 años del nacimiento de Rachmaninov, así que lo adecuado era traer aquí una de sus mejores obras, que además no había recomendado nunca en esta sección. Se trata del Concierto para piano y orquesta Nº 3. Uno de los más grandes del repertorio, a la altura del Nº 2 y en el mismo olimpo pianístico en el que están los dos de Brahms, un par de conciertos de Beethoven, el Nº 1 de Chaikovski, el de Grieg, el de Schumann, dos o tres de Mozart… y pocos más. Estamos ante un concierto de una exigencia técnica enorme, incluso física. El pianista cubano Horacio Gutiérrez me dijo en una entrevista que perdía más de un kilo cada vez que lo tocaba.

Les confieso que durante muchos años mi concierto de Rachmaninov favorito fue el Nº 2, con esas melodías de intenso lirismo y ese comienzo que pone los pelos de puntas. Pero desde hace unos años este Nº 3 está a su misma altura. Hay temporadas que me gusta incluso más. Y de entre todas las versiones existentes (hay pocos grandes pianistas que no lo hayan grabado, aunque es cierto que alguno queda) creo que no hay ninguna como las que firma Martha Argerich. Solo hay una forma de definirlas: volcánicas. La pasión desatada no encaja bien en todos los autores ni en todas las obras, pero a Rachmaninov y en concreto a este concierto le va como anillo al dedo. Así que frente a otras versiones más lentas y líricas, me lanzo al incendio que desata la gran pianista argentina. El vídeo que acompaña este texto no es solo espléndido por la música que nos ofrece sino también porque nos da la oportunidad de verla en acción. Un espectáculo. Disfruten. Y, por supuesto, no se dejen convencer por esos estirados que aseguran que Rachmaninov es para quienes no entienden de música. Con pocos compositores se disfruta tanto.