La literatura ambientada en tiempo de pandemia ya había llegado a las librerías y empieza a hacerlo ahora firmada por autores célebres. Uno de los primeros es Petros Márkaris, el novelista griego nacido en Estambul, creador de uno de los policías más queridos de la literatura contemporánea: el comisario Kostas Jaritos.

En este caso no se trata de otra novela protagonizada por él, sino de media docena de cuentos más un epílogo. Y es en los dos primeros relatos donde aparece Jaritos en investigaciones rápidas y sencillas para lo que es habitual. En estos casos, el personaje se ve afectado por el virus: debe teletrabajar, ha de renunciar a ver a su nieto para evitar contagios y sufre porque no domina la tecnología lo suficiente como para seguir con facilidad las reuniones y avances de su equipo. Un detalle significativo: Jaritos es además un personaje secundario en otro relato.

La pandemia tiene un protagonismo de tono diferente en dos historias protagonizadas por personas que han quedado en la calle a consecuencia de la crisis. En esos cuentos, los comercios cerrados, la policía patrullando las calles, las medidas sanitarias tienen un papel más notable y son por tanto en mayor medida cuentos de la pandemia.

El más divertido de todos los relatos está ambientado en Alemania y no aparece el virus por ningún sitio. Se trata de la historia de la rivalidad entre un griego y un turco que tienen puestitos de comida en una estación de tren. Un epílogo en el que se narra con una cierta nostalgia la vida de los griegos en Estambul (no olvidemos dónde nació el autor) pone el broche a esta colección de relatos sencillos que permite aproximarse a la obra de Márkaris.

(Publicado en elcorreo.com)