Jorge Dezcallar es diplomático, ha sido embajador en plazas muy importantes y fue el primer director civil del Centro Nacional de Inteligencia. En Abrazar el mundo nos sitúa frente a una realidad incómoda: el mundo que salió de la Segunda Guerra Mundial se está desmoronando y va a ser sustituido por otro en el que Europa –y lo que es mucho más relevante, los valores europeos– pierde peso.
Algo que debe importarnos y mucho, porque eso significa que la política internacional, con todo lo que supone, no va a estar construida sobre la base de los valores que ha puesto en pie el liberalismo: el Estado de Derecho, la participación ciudadana, el respeto a las minorías, la separación entre religión y Estado, la existencia de poderes independientes y que se equilibran entre sí.
En ese sentido, la gran amenaza de algunos países asiáticos (con China a la cabeza, obviamente) no es tanto que su poderío económico los lleve a competir y a quedarse con una parte mayor del pastel del PIB mundial. Eso no es para nada indiferente, pero peor aún es que esos países no creen en la democracia en sentido estricto. Entre otras cosas, porque no la han tenido nunca y no saben lo que es.
El libro de Dezcallar es de lectura necesaria. Otra cosa es el desasosiego que genera.
(Publicado en elcorreo.com)