El cocinero del Alcyon es una novela digamos que diferente de Andrea Camilleri aunque pertenezca a la serie del comisario Montalbano. No es distinta por el estilo, ni siquiera porque sea la penúltima de su autor y se observe cansancio. Si lo había, dada su avanzada edad cuando la escribió, apenas se percibe. Es diferente porque en realidad el origen de esta historia es un guion cinematográfico para una coproducción italoestadounidense que no llegó a buen término. A partir de ahí, Camilleri retocó el texto pero mantuvo al FBI en la trama, algo que probablemente se entiende solo si se conoce cómo surgió el proyecto.
El punto de partida es el suicidio, que pronto se desvela que no ha sido tal, de un trabajador. A eso se suma la extraña aparición de un yate de lujo modificado para que puedan aterrizar helicópteros en su cubierta y un aún más sorprendente tráfico de bellas ‘acompañantes’ que acuden a ese buque, que en muchos casos parece no tener más ocupantes que la tripulación.
Montalbano, que piensa cada vez más en la jubilación pese a que no parece estar en baja forma, emplea lo que deberían ser sus vacaciones en indagar qué está ocurriendo y se ve envuelto en una extraña trama de engaños que incluye su despido del cuerpo de Policía. El final es muy distinto de los habituales en la serie, con Montalbano –estupendo gastrónomo al que pocas veces hemos visto en los fogones– haciéndose pasar por cocinero para poder subir al buque.
Los seguidores de la serie temen ya la llegada de la próxima novela porque será la última.
(Publicado en elcorreo.com)