Leo Brouwer es probablemente el compositor cubano vivo más importante. Su catálogo está dominado por las obras para guitarra, en todos los géneros (guitarra sola, conciertos, grupos de cámara) pero no falta la música para otros instrumentos. Y también para grupos de plantilla muy inusual, un poco en la línea de lo que hizo en la primera parte del siglo XX el brasileño Heitor Villa-Lobos.
Brouwer tuvo una formación exquisita, con grandes maestros, que culminó con una estancia en la Juilliard School de Nueva York. En su música hay etapas en las que se distingue claramente la influencia de Bartók y Stravinski, otras en las que dominan las raíces afrocubanas, luego se suma de alguna manera al minimalismo, y así hasta ir completando un catálogo de dimensión más que notable, teniendo en cuenta sobre todo que además de componer, dirige, da clases, está y ha estado al frente de un puñado de organismos culturales.
La propuesta para este fin de semana lleva un título evocador: Un día de noviembre. Es una pieza para guitarra sola que, a juzgar por las visitas en youtube, es bastante popular, aunque sea poco habitual en los programas de concierto por estas latitudes. Disfruten.