Este sábado la ABAO habrá conseguido algo extraordinario: terminar la programación del ciclo completo de óperas de Verdi. Algo insólito incluso en Italia. Lo más extraordinario, con todo, es que lo haya hecho una asociación privada, que se juega el dinero de sus socios. Porque algunos títulos de Verdi son de mucha taquilla pero otros se representan muy pocas veces, lo que significa que, a priori, no suscitan tanto interés. Y encima resulta difícil hallar el elenco adecuado para ponerlos en escena. No digamos si, como ha sucedido, se produce una baja cuando ya está todo en marcha.
Por eso, esta Alzira es un acontecimiento. Con ella concluye el ciclo Tutto Verdi. Debería haber terminado ya, pero la pandemia y su oleadas de sucesivas restricciones lo impidió. El momento ha llegado. Y no se me ocurre homenaje mejor al valor y el papel de defensa de la cultura y la ópera en concreto que ha asumido la ABAO que proponer para este fin de semana la obertura de esta ópera tan poco conocida. Disfruten. Y, si pueden, vayan a verla.