La vida contada por un sapiens a un neandertal fue uno de los libros que nos alegraron la existencia en un tiempo en el que estábamos asustados por la pandemia y lo que podía suceder. No sé si alguien fue capaz de prever el éxito que iba a tener ese diálogo entre un científico y un novelista sobre cuestiones relevantes que a todos nos afectan y sobre las que no siempre nos detenemos demasiado. Lo tuvo, y ahora es más sencillo vaticinar que esta segunda entrega lo tendrá igualmente.
Este libro es, por tanto, una continuación de aquel aunque se puede leer de forma independiente. De nuevo Millás y Arsuaga se van a algunos escenarios por lo menos curiosos y empiezan a hablar. De la muerte pero más aún de la vida, y mucho sobre la vejez. Sobre cómo la ciencia ha alargado la existencia pero eso ha creado problemas que antes no existían, y más que va a generar en el futuro, a medida que la esperanza de vida se alargue, incluso por encima de los cien años en un futuro no muy lejano.
Millás y Arsuaga lo cuentan con un gran despliegue de sentido del humor (negro, a veces), lo que hace llevaderos temas que de otra manera podían conducir a la depresión o el pesimismo. Nada de eso sucede. Su libro, aunque gire en torno a la muerte, es una celebración de la vida. Y de eso se trata.
(Publicado en elcorreo.com)