La Historia de la Música es uno de los ámbitos en los que la ausencia de mujeres, sobre todo en el apartado de la composición, es más flagrante. ¿No aparecen porque no las hubo o porque la Historia no ha recogido sus aportaciones? Lo segundo, con seguridad. Pero también es cierto que no lo tuvieron fácil para ejercer de autoras. Hacerlo como intérpretes no era un camino de rosas, pero como compositoras era mucho peor.

Por suerte, ha comenzado a hacerse justicia. A las del pasado ya les llega tarde, pero al menos se recuperan sus nombres y sus trabajos. Y somos los habitantes de hoy del planeta quienes podemos disfrutar de esas piezas.

El caso de Louise Farrenc es uno de esos. En su tiempo gozó de una cierta fama, a la sombra de los grandes del momento. Y luego quedó olvidada. Hasta ahora, que parece haberle llegado el turno y sus partituras se programan en las salas de concierto y se publican discos con sus obras más importantes. La Sinfónica de Bilbao lleva a los atriles hoy y mañana su Sinfonía Nº 1 y por eso he decidido sumarme al homenaje a su figura con la recomendación de este fin de semana. Que es justamente esa Sinfonía Nº 1, una obra que bien merece una escucha atenta. Disfruten.