Teresa Arsuaga es abogada y especialista en mediación en conflictos. Hace algo más de tres años publicó el ensayo El abogado humanista, que es fruto de una tesis doctoral anterior en la que se adentraba en las investigaciones de lo que en EE UU se conoce como Law and Literature Studies.
De la práctica profesional, su tesis y su interés por la literatura ha nacido esta colección de cuentos en los que personajes situados más o menos en la cuarentena y corrientes en todo (su biografía, su peripecia, las situaciones) aparecen ‘dramatizando’ porque en el fondo son conscientes de su propia insignificancia.
Así, el lector tropieza con una familia que sube a un avión para pasar unas vacaciones, una escena en la caja de un supermercado, una sala de espera en una consulta médica con dos administrativas no muy bien dispuestas, y varias situaciones más en el centro mismo de la cotidianidad.
Arsuaga hace guiños al lector en algunos momentos, como un relato en el que la narradora interrumpe una y otra vez y comenta lo que hacen los personajes. O cuando en otro de los cuentos escribe como si fuera una corriente de pensamiento. Hay cuentos con giros argumentales en el último párrafo y otros en los que lo sorprendente es una normalidad con la que todos podemos identificarnos. Y todos tienen, tenemos, tendencia a dramatizar. A creernos más importantes de lo que somos.
(Publicado en elcorreo.com)