Durante el siglo XVIII, la corte de Madrid fue un destino preferente de compositores italianos de la última etapa del barroco. Aunque estrictamente la corona española no tenía territorios en Italia desde 1713, las relaciones económicas y diplomáticas con algunas regiones se mantuvieron muy intensas y cabe recordar que Carlos III fue rey de Nápoles, aunque debió renunciar al trono en beneficio de uno de sus hijos antes de tomar posesión como rey de España. También Parma tuvo vínculos importantes, y lo mismo pasó con otros territorios.
Seguramente esa relación explica que muchos compositores de aquel país llegaran a Madrid (no solo, pero principalmente) y se instalaran en la corte, bien al servicio del rey, bien al de algunos nobles, o incluso al de la Iglesia. Boccherini es el más conocido de todos ellos. Ahora estamos asistiendo a la recuperación -sobre todo discográfica aunque también empieza a ser frecuente hallar obras suyas en programas de concierto- de Brunetti, nacido en Fano, cerca de Pésaro, en 1744 y muerto en Colmenar de Oreja, en la actual provincia de Madrid, en 1798. Al parecer llegó a la capital de España muy joven, y tuvo un éxito notable en la corte, puesto que ocupó cargos de mucha relevancia en el entorno inmediato del rey y la alta aristocracia.
Su música está probablemente ya fuera de su tiempo. Pensemos que Mozart murió siete años antes que él, y veremos que hay diferencias claras en cuanto a la evolución del lenguaje en un caso y en otro. Eso no debe ser un obstáculo para que disfrutemos de sus obras. Les dejo aquí una sonata en versión de Lina Tur Bonet. Disfruten.