Este no es el primer libro de relatos de Álex Oviedo, pero seguramente para muchos lectores será más conocido como autor de novelas. O como periodista cultural, por supuesto. Memento mori es una colección de trece cuentos que, como su título indica (Recuerda la muerte sería la traducción), tienen a la muerte como presencia común.
Y aparece en contextos y frente a personajes bien distintos. El hombre que despierta cada noche a la misma hora, la anciana que fue pianista y escribe cartas a su marido, ya desaparecido, el suicida –donde Oviedo toma como punto de partida un suceso real ocurrido en Bilbao–, el hijo que acompaña al padre hospitalizado, el detective que vigila a una persona desde una cafetería donde trabaja una mujer a la que admira…
Cada una de las historias cumple con los cánones de un buen relato: una presentación rápida del tema, una descripción eficaz de los personajes y el desarrollo de una trama sorprendente o que conduce a un final que lo es. El volumen tiene además un atractivo adicional para algunos lectores: abundan la referencias a obras y compositores de música clásica, incluso se detiene en el escandaloso estreno de La consagración de la primavera y la génesis del Canto fúnebre –ambas de Stravinski–, que estuvo perdida hasta 2005.
(Publicado en elcorreo.com)